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Los Chacayes: Un oasis entre viñedos, montañas y la historia de San Martín
En el corazón del Valle de Uco, en Mendoza, se encuentra Los Chacayes, un pequeño pueblo que ha sabido conquistar tanto a los amantes del vino como a quienes buscan experiencias únicas en la naturaleza. Este rincón pintoresco combina historia, aventura y bodegas de primer nivel, convirtiéndose en un destino cada vez más popular entre los viajeros.
Hace más de dos siglos, Los Chacayes fue testigo del descanso de una de las figuras más emblemáticas de la historia argentina: el General José de San Martín. Tras la épica hazaña de cruzar los Andes en su lucha por la independencia latinoamericana, San Martín eligió un manzano en este valle para reponer fuerzas. Hoy, ese mismo lugar es símbolo de historia y libertad, y un retoño de aquel árbol sigue creciendo en la región como un tributo a ese momento.
Con el tiempo, Los Chacayes ha evolucionado, y lo que alguna vez fue un pequeño y recóndito pueblo rural, hoy es la meca de bodegas boutique que se ubican en las fértiles tierras mendocinas. El clima, la altitud y las condiciones del suelo han convertido al Valle de Uco en uno de los mejores lugares para la producción de vinos de alta calidad.
La primera bodega en establecerse fue Piedra Negra, de origen francés, que rápidamente puso los vinos de Los Chacayes en el mapa. Actualmente, otros nombres de renombre como Corazón del Sol, Casa de Uco y The Vines han seguido sus pasos, posicionando al distrito como uno de los mejores productores de vino de la región. Además, muchas de estas bodegas no solo producen vinos de calidad, sino que también abren sus puertas a los visitantes para ofrecer experiencias enoturísticas inolvidables.
El paisaje montañoso que rodea a Los Chacayes es otro de sus grandes atractivos. Las aguas que bajan de la cordillera riegan los viñedos y frutales del valle, creando un oasis en medio del desierto circundante.
Para los amantes de la aventura, Los Chacayes ofrece una amplia gama de actividades al aire libre. El Cajón de Arenales, un área con más de 300 rutas de escalada, es ideal para los aficionados a este deporte. Además, el rafting en aguas de deshielo y las cabalgatas a lo largo de los senderos de montaña son opciones perfectas para los que buscan adrenalina y contacto directo con la naturaleza. El turismo sostenible también está presente en la zona, con senderismo y avistaje de aves en la reserva natural protegida.
El aspecto histórico no se queda atrás en Los Chacayes. El monumento «Retorno a la Patria», que conmemora el paso de San Martín y su ejército libertador, es un lugar imperdible para quienes desean conocer más sobre la gesta libertadora. Cada 17 de agosto, el sitio es el epicentro de una gran fiesta civil y militar en honor al prócer argentino. En este lugar los visitantes pueden ver el retoño del histórico manzano bajo el cual descansó el libertador, un árbol que sigue en pie con más de doscientos años de historia.
En cuanto a la gastronomía y la hospitalidad, Los Chacayes realmente es una opción sumamente interesante. Los visitantes pueden alojarse en exclusivos lodges y resorts como The Vines y La Morada Lodge, que ofrecen una experiencia única en medio de los viñedos. Además, la gastronomía local es otro de los grandes placeres, con productos frescos y locales en restaurantes como el Hornero Restaurante o Siete Fuegos, de Francis Mallmann, donde se pueden disfrutar platos que combinan la excelencia del vino con los sabores de la tierra.
A pesar de su tamaño, Los Chacayes sigue creciendo y se ha posicionado como uno de los destinos más interesantes dentro del Valle de Uco. El pueblo está nominado al premio Best Tourism Villages 2024, otorgado por la Organización Mundial del Turismo, y compite con otros pueblos de Argentina por este prestigioso galardón. Este reconocimiento no solo pone a Los Chacayes en el radar internacional, sino que también refuerza su compromiso con el turismo sostenible y el desarrollo local.
Ya sea por su historia, sus vinos o sus paisajes, Los Chacayes tiene algo especial para ofrecer a cada visitante. En este pequeño rincón de Mendoza, la naturaleza y el hombre han sabido convivir en perfecta armonía, creando un lugar único que merece ser descubierto.