Malpelo, uno de los destinos “obligados” para los fanáticos del buceo

Colombia, con su inigualable riqueza natural, se coloca como un paraíso de biodiversidad, atrayendo a exploradores y amantes de la naturaleza de todo el mundo. Desde sus majestuosas montañas hasta sus extensas costas en el Atlántico y el Pacífico, el país ofrece un abanico de paisajes que invitan a la aventura al aire libre.

Entre los tesoros submarinos de Colombia se destaca especialmente el Santuario de Fauna y Flora Malpelo, un archipiélago situado a unos 500 kilómetros al oeste del puerto de Buenaventura, en el departamento del Valle del Cauca. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006, es considerado un destino imperdible para los amantes del buceo. Además de albergar formaciones coralinas únicas, es el hogar de cientos de tiburones martillo y tiburones sedosos, convirtiéndose en su principal atractivo.

Para disfrutar del buceo en Malpelo es necesario cumplir con ciertos requisitos. Los buceadores deben poseer un certificado de buceo 2 estrellas y haber completado un número mínimo de inmersiones. Además, se requiere el uso de equipos específicos, como linterna, ordenador de buceo y GPS, y seguir las regulaciones de Parques Nacionales Naturales, que incluyen horarios de buceo específicos y la presencia obligatoria de un guía certificado.

Un dato a tener en cuenta es que por lineamientos de Parques Nacionales Naturales, entidad que administra el área protegida, el horario de buceo está programado entre las 8:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde, dependiendo siempre de las condiciones climáticas y oceanográficas.

Además de lo mencionado, y entre los requisitos adicionales a tener en cuenta, es necesario tener un especial respeto por el medio ambiente marino y evitar el contacto con la fauna y llevar únicamente productos biodegradables. También se prohíben sustancias nocivas y el consumo de alcohol durante la estadía en el santuario.

Explorar las aguas de Malpelo es sumergirse en un ecosistema único, una experiencia que cautiva a buceadores de todo el mundo y que contribuye a la conservación de este preciado patrimonio natural de Colombia.