Cinco destinos poco conocidos de Colombia que no vas a poder dejar de visitar

Desde aventuras en la selva hasta un pueblo colonial en medio de un río, aquí están algunos de los destinos más singulares de Colombia que deberían estar en tu lista de próximos viajes.

Colombia es un país lleno de maravillas naturales, historia rica y una cultura vibrante. Como una de las naciones más biodiversas del mundo, gracias a su variada geografía que abarca la Amazonía, los Andes, la Orinoquía, el Pacífico y el Caribe, alberga una impresionante variedad de flora y fauna, incluyendo miles de especies endémicas.

Sin embargo, muchos de sus tesoros aún no han sido descubiertos por el turismo masivo. Estos destinos menos conocidos ofrecen experiencias únicas y auténticas que merecen ser exploradas.

Engativá y la Laguna de Guatavita

Engativá es un barrio en Bogotá que combina lo moderno con lo tradicional. A diferencia de las áreas turísticas más populares, este sector en el occidente de la ciudad ofrece una visión auténtica de la vida cotidiana en la capital colombiana. Los visitantes pueden disfrutar de mercados locales, parques tranquilos y una vibrante escena cultural.

A poca distancia de Bogotá se encuentra la Laguna de Guatavita, un lugar de gran significado histórico y cultural, conocido por la leyenda de El Dorado. Esta laguna, en la cual los muiscas realizaban rituales sagrados arrojando oro a sus aguas, sigue siendo un destino que muchos turistas pasan por alto a pesar de su proximidad a la capital.

La Macarena y Caño Cristales

En el departamento del Meta, el Parque Nacional Natural Sierra de La Macarena alberga uno de los ríos más hermosos del mundo: Caño Cristales. Conocido como el “río de los siete colores”, sus aguas exhiben un espectáculo natural impresionante con tonalidades que varían entre el rojo, amarillo, verde, azul y negro, gracias a la planta acuática Macarenia clavigera.

La Macarena es una pequeña región rodeada de belleza natural y biodiversidad única. Su acceso limitado y la falta de infraestructura turística masiva han mantenido este hermoso lugar fuera del radar de muchos viajeros.

Mompox: el tiempo se detuvo

A orillas del río Magdalena se encuentra Santa Cruz de Mompox, una joya colonial congelada en el tiempo. Este pueblo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue un importante puerto durante la colonia española. Hoy en día, sus calles adoquinadas, iglesias históricas y casas coloniales brindan una experiencia de viaje en el tiempo.

Mompox no es de fácil acceso, lo que podría explicar por qué sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de Colombia. Sin embargo, aquellos que se aventuran a llegar hasta aquí son recompensados con una autenticidad difícil de encontrar en otros destinos más turísticos.

Nuquí y la Costa del Pacífico

Para los viajeros que buscan una aventura fuera de los caminos comunes, Nuquí, en la costa del Pacífico colombiano en el departamento de Chocó, es un verdadero paraíso. Con sus playas vírgenes, selvas exuberantes y una rica vida marina, este destino es ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes acuáticos. Desde el avistamiento de ballenas hasta el buceo en arrecifes de coral, las posibilidades son infinitas.

La región del Pacífico, en general, está menos desarrollada turísticamente en comparación con la costa caribeña de Colombia, lo que le da un encanto especial y una sensación de descubrimiento.

Guainía: La esquina amazónica

Para una experiencia verdaderamente remota y exótica, el departamento del Guainía, en la Amazonía colombiana, es una opción fascinante. Esta área es conocida por sus paisajes surrealistas, incluyendo los cerros de Mavecure, formaciones rocosas que emergen dramáticamente del paisaje selvático.

Guainía es accesible principalmente por vía aérea y su infraestructura turística es limitada, lo que contribuye a su mística y lo mantiene fuera del radar de la mayoría de los turistas.

¿Por qué no son destinos tan conocidos?

Varias razones explican por qué estos destinos aún no han sido descubiertos por el turismo de masas:

1. Accesibilidad: Muchos de estos lugares son de difícil acceso, requiriendo viajes en avión, bote o largos trayectos en carretera, lo que puede desalentar a los turistas menos aventureros.
2. Infraestructura: La falta de infraestructura turística desarrollada, como hoteles, restaurantes y transporte, hace que sean menos atractivos para el turismo convencional.
3. Promoción: Estos destinos no reciben la misma promoción y atención de las agencias de turismo y medios de comunicación que los lugares más conocidos.
4. Preservación: En algunos casos, la limitada afluencia de turistas es una decisión deliberada para proteger el medio ambiente y las culturas locales de los impactos negativos del turismo masivo.